Aves africanas se están afincando en Extremadura, mientras que especies migratorias han variado sus hábitos debido al cambio climático, según las observaciones de biólogos y naturalistas.
El delegado de la Sociedad Española de Ornitología en Extremadura Seo/BirdLife, Marcelino Cardalliaguet, ha señalado que las aves son un indicador «muy importante» del cambio climático y que éste «se ha acusado» en los últimos 10 años.
Los inviernos son más cálidos y esto ha hecho que en Extremadura se afinquen especies africanas como el morito o la espátula y que críen aquí sus pollos, según las observaciones de biólogos y naturalistas de la Sociedad de Ornitología.
No se trata de especies invasoras, como ocurre con el pico de coral o la cotorra argentina, que «están apareciendo en nuestro hábitat» porque se escapan cuando están en cautividad, sino que se trata, según Cardalliaguet, de poblaciones naturales que se «han adaptado» a las condiciones meteorológicas de la región.
Por contra, están desapareciendo aves de montaña, como el acentor alpino que anida en las cumbres de Gredos.
Sequía y condiciones climatológicas extremas
Los motivos fundamentales que apunta el ecologista son la sequía y las condiciones climatológicas extremas de lluvias intensas, heladas en épocas que no corresponden seguidas nuevamente de la sequía.
Otro de los indicativos del cambio climático son las variaciones en las pautas de las especies migratorias como por ejemplo la cigüeña y la golondrina.
En los últimos 10 años las golondrinas han cambiado su fecha de migración en dos semanas, que aunque no parezca mucho tiempo, indica Cadalliaguet, a la hora de hablar del clima si es «muy importante» porque los cambios se producen en cientos de años y «estamos hablando de tan solo 10».
El cambio de migración de la golondrina pone de relieve que el invierno es menos riguroso y que termina unas dos semanas antes que hace 10 años, según el representante de Seo/BirdLife.
«Nuestras condiciones climáticas están cambiando deprisa», pero quizá en donde más se está notando en Extremadura es en la cigüeña blanca, que cuenta cada vez con una población mayor de individuos invernantes.
Según el ecologista, muchas cigüeñas ya no cruzan el Estrecho para pasar el invierno en África sino que se quedan en España, principalmente en Extremadura y Andalucía, debido al cambio climático, y en el caso de Cáceres, una de las colonias más importantes, por la cercanía de un vertedero.
«La cigüeña en la región ha encontrado un clima apropiado para ella y comida, por eso cada vez más pasa el invierno aquí», añade Marcelino Cardalliaguet.
Cambio climático
Desde las organizaciones ecologistas se trabaja para luchar contra el cambio climático y para que los gobiernos tomen medidas para evitar la emisión de gases a la atmósfera que producen el efecto de calentamiento.
A este respecto, el delegado regional de la Sociedad Española de Ornitología manifiesta que Extremadura es un «pulmón verde» por la extensa superficie arbórea que posee, pero que los efectos del calentamiento son globales y ya se están empezando a notar, entre otras cosas, en la conducta de las aves que surcan los cielos de la región.
Los incendios y la sequía es lo que más está afectando a Extremadura, «si no hay lluvias no florece, no hay insectos y las aves tienen menos alimentos».
Por eso desde la SEO apuestan también de manera decidida por la educación medioambiental para que el ciudadano sea consciente de la necesidad de «reducir» los efectos negativos del calentamiento global.
Fuente: efeverde.com