Discurre en su totalidad por el interior del pinar hasta llegar junto a la Torre del Tajo (S.XVI), ya en el borde del acantilado. En este lugar se une al “Sendero del Acantilado”, que procede de la playa de la Hierbabuena, en Barbate. Junto a la torre hay instaladas unas mesas y bancos de madera y un panel interpretativo que nos da información sobre los orígenes y funciones de este elemento defensivo.
Inicio: 36°11’12.59”N/ 5°57’18.92”O. Aparcamiento en el PK. 19,5 de la A-2233.
Final: 36°10’44.90”N/5°58’21.51”O. Torre del Tajo.
Distancia: 4 km. (Ida y vuelta).
Dificultad: Baja.
Locomoción: A pie.
Trazado: Lineal.
Temporada recomendada: Primavera, verano y principios de otoño.
Mapa:
Descripción de la ruta:
Se inicia desde el aparcamiento situado en el Pk. 19,5 de la A-2233 (1) (36°11’12.67″N / 5°57’18.94″O) y discurre por el sendero “Torre del Tajo”, perteneciente a la red de equipamientos de uso público del Parque Natural La Breña y Marisma del Barbate. El recorrido está señalizado en su totalidad y no debemos salirnos del trazado para caminar por el pinar campo a través, ya que, además de ser una norma en todos los senderos, el denso y homogéneo pinar puede convertirse es un auténtico laberinto donde es fácil perder la orientación hasta perderse.
Durante el recorrido, conviene realizar paradas cada vez que veamos cambios de vegetación, y así, en el interior de la masa forestal, podremos observar un buen número de paseriformes y otras aves de mediano tamaño que deambulan por entre el matorral y los pinos; y en los terrenos más aclarados y sin tanta cobertura arbórea, avistaremos rapaces planeadoras sobrevolando las copas de los pinos. La mayor parte del recorrido discurre por una espesa masa arbórea, exceptuando el punto (2) (36°11’2.35″N / 5°57’31.18″O), cuando se cruza el cortafuegos (3) (36°10’54.78″N / 5°58’9.10″O) y la zona final del recorrido desde el punto (4) (36°10’48.77″N / 5°58’13.22″O).
A lo largo del itinerario encontraremos un par de señales que nos informan sobre algunas peculiaridades de la singular vegetación de este enclave. Ya en el borde del acantilado encontraremos sendos lugares de observación con amplias panorámicas del mismo, que se ubican sobre las zonas más utilizadas por las aves para descansar y nidificar. (5) (36°10’42.49″N / 5°58’24.27″O) (6) (36°10’43.35″N / 5°58’21.58″O).
En estos dos miradores deberemos tomar las debidas precauciones y no salirnos de las zonas delimitadas por las barandillas de madera, evitando apoyarnos en las mismas. Junto a uno de los miradores hay una señal que nos interpreta los procesos geológicos que han dado lugar al impresionante acantilado. Por tratarse de una zona muy frágil por ser lugar de nidificación, procuraremos en todo momento no perturbar a las aves, evitando ruidos y cualquier acción que las puedan molestar.
Especies:
Entre las especies sedentarias propias del pinar encontramos pequeños pájaros como el chochín y el picogordo, y también aves algo más grandes como el mirlo común, el pito real y la paloma torcaz.
El busardo ratonero es la rapaz diurna más abundante todo el año, junto con las nocturnas búho real y cárabo. Las especies de rapaces estivales que visitan la zona son la culebrera europea, el aguililla calzada y el milano negro, que podremos observar en números considerables durante los pasos migratorios.
Comienzan a llegar en grandes bandos a primeros de marzo y retornan hacia África desde agosto hasta octubre, formando bandos aún más numerosos con la incorporación de los juveniles nacidos en ese periodo. Otra especie estival interesante es el chotacabras cuellirrojo, ave de mediano tamaño, con alas y cola largas, plumaje muy críptico y vuelo muy errático que deambula por los claros del pinar al anochecer y que frecuentemente se posa en el suelo.
En época estival, de marzo a octubre, es fácil contemplar los ruidosos bandos de abejarucos sobrevolando los claros del pinar para capturar avispas, abejas y otros insectos voladores.
Durante el invierno, el gavilán caza en el interior del pinar especies como el zorzal común y otros paseriformes más pequeños.
En los acantilados podremos observar numerosas gaviotas, entre las que destacaremos por su singularidad la escasa gaviota de Audouin, ave de mediano tamaño que es invernante común en la zona, con algunos ejemplares veraneantes, y que realiza migraciones postnupciales en gran número entre agosto y septiembre.
Paisajes:
Pinar, matorral mediterráneo y acantilados.
Ficha financiada por:
«Ruta Milenaria del Atún»