En un reciente informe de WWF-España se indica que Andalucía es la Comunidad Autónoma española que más intensamente está trabajando para erradicar el uso de cebos envenenados del campo. La muerte de estos 2 quebrantahuesos (Cata y Pontones) envenenados en Castril motivará un incremento en la lucha en todos los frentes. Se reforzarán las actuaciones, fundamentalmente los trabajos de inspección del territorio y los de sensibilización ciudadana.
La reciente muerte de dos quebrantahuesos y los resultados de los estudios realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Fauna Silvestre de la Junta de Andalucía confirmando el envenenamiento como causa, dieron lugar al inicio inmediato de las investigaciones pertinentes por parte de los agentes de la autoridad, en estrecha colaboración con los técnicos especialistas de la Junta de Andalucía.
Tras recoger y analizar indicios y pruebas encontrados, se ha decidido continuar la investigación judicial. En una reunión mantenida entre agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada y Jaén, agentes de Medio Ambiente, representantes de la Fundación Gypaetus, de la Estrategia de lucha contra el uso ilegal de cebos envenados y responsables de las Delegaciones de ambas provincias y de los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente para definir las acciones a desarrollar, se ha determinado el refuerzo de las actuaciones de lucha contra el veneno que se están llevando ya a cabo en la zona. Por una parte habrá un incremento de la vigilancia y las inspecciones de los equipos caninos, toda vez que se reforzará la investigación policial. Por otra parte, seguirán desarrollándose campañas de comunicación y sensibilización, dirigidas tanto a los colectivos más directamente relacionados con la fauna silvestre, básicamente ganaderos y cazadores, como con los más jóvenes, los niños de los municipios de los Parques Naturales de las Sierras de Castril, de Cazorla, Segura y Las Villas, que son los que van a heredar y gestionar el legado natural que tanto perjudica el uso de venenos.
Actualmente el uso de cebos envenenandos está expresamente prohibido tanto por normativa comunitaria como estatal y autonómica y, además, está tipificado como delito en el Código Penal. La Junta de Andalucía puso en marcha en 2004 la Estrategia para la Erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía, estrechamente coordinada con los programas de conservación, recuperación y reintroducción de varias especies amenazadas, especialmente las que potencialmente podrían verse más afectadas por esta práctica ilegal, las aves necrófagas. Las rapaces carroñeras son especialmente sensibles debido a que conforman el último eslabón de la cadena trófica.Así, desde el año 2009 hasta hoy han muerto al menos 13 aves protegidas entre buitres negros, alimoches, milanos reales y quebrantahuesos, envenenados por organofosforados y carbamatos fundamentalmente, es decir, pesticidas y plaguicidas muy tóxicos, incluso para el ser humano. La falta de selectividad del veneno es tal que los ejemplares de mamífero carnívoro como zorro, garduña, jineta o meloncillo constituyen escasamente el quince por ciento de los animales muertos por envenenamiento lo que es más que una evidencia de su ineficacia para el control de depredadores. Pero además el veneno tiene el agravante de representar un serio problema para la salud pública, pues algunas personas se han visto a veces afectadas por estos tóxicos.
El macho, llamado Pontones, fue liberado en 2007 en la Sierra de Segura. Sus viajes exploratorios le habían llevado hasta la Cordillera Cantábrica y era uno de los ejemplares de mayor edad de los liberados en Andalucía. Cata era la hembra, nacida en 2009 y desde ese año volaba libre principalmente por las sierras de Cazorla, Segura, Las Villas y Castril. Su muerte supone un antes y un después en la zona pues este año no se liberarán quebrantahuesos en Andalucía. El uso del veneno ya es escaso en estas sierras, no obstante, acabar con esta práctica ilegal y erradicar el veneno es ahora la prioridad.
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