Hay censadas 296 parejas y la especie pasa a la categoría de «vulnerable». La localización de cebos envenenados se ha reducido un 50 por ciento desde 2006.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, cifró ayer en 296 el número de parejas reproductoras de buitre negro que, según los últimos censos elaborados por su departamento, se consideran consolidadas en Andalucía. Los datos se ofrecieron durante la presentación en Córdoba del libro El buitre negro: situación, conservación y estudios . El consejero destacó que, si bien los últimos datos apuntan un leve descenso del total de parejas (303 en el 2010 frente a las 296 en el 2011), «se consolida la tendencia al alza de sus poblaciones desde que la Consejería pusiera en marcha el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas el año 2002». También resaltó que el cambio en la categoría de esta especie necrófaga en Andalucía, de «en peligro» a «vulnerable», es un logro para su conservación.
Díaz Trillo explicó que el programa de recuperación del buitre negro ataca a dos de las principales causas de mortalidad de esta especie: el veneno y la desnutrición. En el primero de estos factores, la Junta considera que la eficacia de la Estrategia Andaluza para el Control de Venenos ha reducido la mortalidad por esta práctica ilegal. Y para evitar la desnutrición, la red de muladares de Andalucía aporta unos dos millones de kilos de carroña anuales, y se trabaja en la recuperación de las poblaciones de conejo de Sierra Morena.
Por otra parte, el consejero presentó el libro El uso ilegal de cebos envenenados: análisis técnico-jurídico , un manual de trabajo editado por Medio Ambiente orientado a técnicos y juristas acerca de esta práctica ilegal. Díaz Trillo aseguró que desde el 2006 ha descendido un 50% la localización de cebos envenenados.