El juez que investiga una presunta red de expolio de aves rapaces ha vuelto a decretar el secreto parcial del sumario, después de tomar declaración a un primer grupo de seis imputados, entre ellos el exdirector del centro de cría en cautividad del águila imperial de San Jerónimo (Sevilla)
Fuentes del caso han informado a Efe de que el juez de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) tomó declaración el jueves y viernes a un primer grupo de imputados, entre ellos el exdirector del centro de Cría del águila imperial, el exdirector del Programa de Conservación y el coordinador del mismo.
Los imputados declararon por espacio de varias horas ante el juez y explicaron el proceso de rescate de pollos o huevos y afirmaron que se trata de un programa científico destinado a su reintroducción en el medio natural.
El nuevo secreto del sumario se ha decretado para ampliar las investigaciones, según las fuentes, quienes han recordado que el juez ya ordenó 23 registros domiciliarios al inicio de la causa y mantuvo durante meses intervenidas las conversaciones telefónicas de más de veinte sospechosos.
Estas imputaciones se han producido a raíz de la «Operación Horus», llevada a cabo por la Guardia Civil en 2011, en la que fueron detenidas 16 personas en nueve provincias españolas, entre ellas el director y tres trabajadores del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de San Jerónimo (Sevilla).
Los implicados, según la Guardia Civil, robaban huevos y pollos de águila imperial del medio natural y los llevaban al centro de Sevilla, donde los presentaban como nacidos en ese centro para seguir cobrando subvenciones.
La defensa de los científicos imputados ha asegurado hoy a Efe que van a presentar una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por el trato «desconsiderado» recibido por parte del juez, ya que «no somos expoliadores, sino que pertenecemos a un proyecto oficial y científico de reintroducción de una especie en peligro de extinción, y nos han tratado como a ladrones de huevos».
Los imputados también denunciaron la gravedad de que se difundiera la localización de las parejas de águila imperial en unas actuaciones judiciales en las que figuran otras personas ajenas al proyecto y las consecuencias de la difusión en la prensa de estas actuaciones, lo que «ha originado el que otros auxiliares de campo estén mostrando su inquietud a seguir con el rescate de pollos por miedo a ser detenidos».
El director del Centro de Cría, J.L.A.R., denunció al juez que «está pasando un calvario», su nombre aparece en todos los medios desde que el SEPRONA de la Guardia Civil dio en rueda de prensa detalles de la investigación y añadió que «se han llevado todos mis cuadernos de campo y material con el que desarrollo mi trabajo».
Los científicos denuncian haber sido tratados como «vulgares delincuentes» por el juez y lamentan que primero se les acusó «de delitos contra la flora y fauna, luego de expoliar nidos, de elaborar informes falsos, más tarde de malversar caudales públicos y ahora de estafa».
Fuente: efeverde.com