José Antonio Valverde nace el año 1926 en Valladolid, y es en estas tierras donde comienza su actividad ornitológica y naturalista; ya en estas primeras caminatas por el campo, el joven Valverde trataba de identificar, como el mismo comentaba, “a todo bicho viviente”, tarea verdaderamente ardua en la España de los años 20.
Atraído sobre todo por el mundo de las aves, comienza a cartearse con Francisco Bernis, padre de la ornitología española, y de esta fructífera relación epistolar nace una sólida amistad, de tal forma que cuando Bernis recibe ayuda de la Fundación Fenosa para visitar Doñaña (1952), no duda en avisar a Valverde para que lo acompañe. Este viaje será crucial en la trayectoria vital y profesional de Valverde, hay que recordar que Doñana en los 50 es un territorio ignorado y por tanto desconocido para la ciencia española. Al año siguiente los dos naturalistas vuelven a este maravilloso espacio natural y realizan el primer anillamiento científico llevado a cabo en España. En estas dos expediciones queda patente la atracción de Valverde por la ecología, que se plasma en estudios sobre comunidades, acompañados de esquemas y dibujos propios y que darían, en años posteriores e investigaciones en este y otros ecosistemas, a conceptos tan novedosos y revolucionarios como “microcomunidades” o el estudio de las relaciones depredador – presa sobre una base energética.
El año 1954 es fundamental, crea junto con Bernis y otros biólogos la SEO (Sociedad Ornitológica Española) de la que fue presidente. Por otro lado, antes de licenciarse, obtiene una beca en la Universidad de Tolouse (Francia), lo que le permite mejorar su tesis en el Instituto Biológico de la Tour du Valet. Ya aquí sorprende a los ornitólogos europeos al asociar cada especie con su nicho ecológico y establecer a partir de ahí esquemas ecológicos. Poco después participa en una expedición al Sahara, cuyos resultados se plasman en su obra “Aves del Sahara español: un estudio ecológico del desierto” (1957). Este trabajo tiene una importante repercusión en el ámbito científico, tanto nacional como internacional.
VALVERDE Y DOÑANA
Francisco Valverde es considerado por todos como el creador de Doñana como espacio protegido. Las dos visitas que realiza con Bernis son pioneras; la de 1952 es la primera expedición puramente española realizada al Coto de Doñana y la segunda en el 53, como ya se ha mencionado, el primer anillamiento científico español. En ellas Valverde se enamora de este lugar y comprende su enorme importancia ecológica (por la gran variedad de especies y ecosistemas), científica y su singularidad a nivel mundial, lo que le lleva a ser un acérrimo defensor y conservacionista del Coto, en una época en la que esa actitud era algo totalmente inusual, por lo que hicieron falta más de 30 años para que esta postura se entendiera en España. Preocupado por los rumores de un plan del Ministerio de Agricultura para desecar y poner en cultivo las marismas del Guadalquivir (tenemos que tener en cuenta que estaba vigente la “famosa” y nefasta Ley Cambó), Valverde inició, a finales de los años cincuenta, el delicado camino que culminaría con la declaración del Parque Nacional de Doñana. Aunque él insistía en reivindicar únicamente su papel como científico, actuó entonces como un pionero del ecologismo, recaudando fondos por toda Europa y movilizando a personalidades e instituciones para que respaldaran su iniciativa. En un principio, su objetivo era comprar una de las fincas amenazadas y salvar, al menos, una parte del humedal. En 1963, y gracias al Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF), nacido con este propósito, logra recaudar 21 millones de pesetas, cantidad aún insuficiente. El último paso viene con la ayuda del príncipe Bernardo de Holanda que convence al Caudillo de la bondad de la operación, logrando de esta forma que el Estado español se interese por el proyecto y aporte otros 16 millones. Los 37 millones de pesetas que finalmente se conseguieron sirven para comprar las primeras 6.700 hectáreas del coto de Doñana, cedidas al CSIC para la instalación de una Reserva Biológica que pasaría a dirigir el propio Valverde y que sería la semilla de lo que actualmente es la Estación Biológica. La batalla de todos los naturalistas de toda Europa, agrupados en WWF y la UICN (de la que Valverde formó parte del Comité Directivo) no para hasta que en agosto de 1969 el Consejo de Ministros aprueba la creación del Parque Nacional de Doñana, con una extensión inicial de 35.000 Ha. Valverde, como es natural, ocupa la dirección del nuevo Espacio Protegido. Valverde recibe, además de numerosas distinciones nacionales e internacionales, el galardón de hijo predilecto de Andalucía (1987).
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Su labor científica, investigadora y conservacionista es impresionante e incuestionable, pero es igualmente destacable su labor como humanista, era un buen ilustrador, un fotógrafo competente y un más que estimable literato. La pena es que su obra literaria o es difícil (“Los lobos de Morla”) o de imposible adquisición (“Aves del Sahara y Estructura de una comunidad mediterránea de vertebrados”), por tanto son sus Memorias (“Memorias de un biólogo heterodoxo”), la obra que tenemos al alcance de todos y que nos permite disfrutar de su talento y sabiduría. Consta de siete volúmenes lo cual no debe asustar al lector, ya que es amena y esta llena de divertidas anécdotas por las que desfilan numerosos personajes del ámbito científico y naturalista español: Félix Rodríguez de la Fuente (Felisón), el profesor Bernis, Ángel Cabrera, Alfredo Brehm, el fotógrafo Antonio Cano, etc. Por otra parte nos permite conocer los orígenes del anillamiento científico en España, de la Estación Biológica de Doñana, de la SEO o del WWF/ADENA. También aportan sus conocimientos sobre evolución, ecología trófica, estructura de comunidades y ecología en general Las Memorias de un biólogo heterodoxo: Orígenes castellanos (I); En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC (II), Sáhara; Guinea, Marruecos: expediciones africanas(III); Doñana (IV); Hominización (V); Reyes, osos, lobos, espátulas y otros bichos (VI) y Pesca, ballenas, barcas: reflexiones y cuaderno de dibujos (VII). Editorial Quercus V&V, 2003 -2006.